En horas de la mañana, durante una asamblea estudiantil de la Universidad Tomás Frías, en la que se pretendía elegir a los nuevos miembros de la Federación Universitaria Local (FUL), se detonó una bomba de gas lacrimógeno que ocasionó una estampida que causó varios muertos y decenas de heridos.
Poco tiempo después de esta tragedia, el ministro de gobierno, Eduardo Del Castillo, informó a los medios de comunicación:
“Actualmente se encuentran heridas más de sesenta personas, y quienes habrían perdido la vida serían personas que aún no han sido plenamente identificadas, excepto una, que corresponde al nombre de Rayza Vania Colque, de 23 años de edad, una estudiante de ingeniería civil (…) ya tenemos a la primera persona sospechosa de haber arrojado estos agentes químicos al interior del congreso o asamblea que se estaba desarrollando en el departamento de Potosí. Tenemos las iniciales del mismo, no queremos adelantar a dar nombre para evitar que esta persona se fugue del territorio potosino”, declaró.
Del Castillo, haciendo eco del sentir de muchos bolivianos respecto a ese lamentable hecho, publicó a través de sus redes sociales:
“Definitivamente nos sentimos acongojados por lo sucedido en la universidad en #Potosí.
Como alguien que defiende la autonomía universitaria y la democracia estudiantil, y que fui parte del sistema universitario, tanto como discente, docente y como dirigente manifiesto mi solidaridad con todas las familias de las víctimas de estos lamentables hechos, como Gobierno Nacional haremos todas las investigaciones necesarias y les aseguramos que haremos justicia.
Hoy el pueblo boliviano y la juventud universitaria se encuentran de luto”.