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20 de mayo, Día Mundial de las Abejas

El cambio climático, la contaminación, la deforestación y otros factores ponen en riesgo a polinizadores de los que depende nuestra existencia, entre ellos las abejas, que están siendo amenazadas por los efectos de la actividad humana.

El 75% de los cultivos humanos dependen de la polinización, así como la conservación de la biodiversidad. Es por ello que el papel de las abejas es fundamental para la existencia de humanos y animales. Por ello, para crear conciencia sobre la importancia de estos insectos, las Naciones Unidas declararon el 20 de mayo como el Día Mundial de las Abejas.

Por la importancia de este tema, en 2021 la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) organizó un acto virtual sobre el tema “Compromiso con las abejas: reconstruir mejor en beneficio de las abejas”. Este evento se realizó con la finalidad de recalcar la importancia de la amplia variedad de abejas y sistemas de apicultura sostenibles, las amenazas y dificultades que enfrentan y su contribución a los medios de vida y los sistemas alimentarios.

En América Latina, uno de los peligros para las abejas es el glifosato, herbicida ampliamente utilizado en los cultivos transgénicos. Pese a que su uso se ha restringido en los últimos años, muchos países no han hecho caso de la prohibición, por consiguiente aumentó el índice de mortalidad de las abejas en esas regiones.

En Bolivia, el gobierno nacional, a través de la Empresa Boliviana de Alimentos (EBA),se preocupa por las abejas, no solo evitando el ingreso de variedades transgénicas y el uso de glifosato, sino fomentando la apicultura, al respecto, el gerente de EBA, Javier Freire, explica en la página web de la empresa estatal:

«La apicultura tiene un impacto enorme en la sostenibilidad de los ecosistemas, la actividad polinizadora de las abejas tiene efectos positivos muy importantes en la sostenibilidad ambiental y productividad de muchos cultivos agrícolas y por ende, en la soberanía alimentaria de los pueblos, porque donde hay abejas hay vida».

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