La Asamblea Mundial de la Salud, en 1987, instituyó el 31 de mayo como el Día Mundial sin Tabaco, para llamar la atención mundial hacia la epidemia de tabaquismo y sus efectos.
En el marco de esta fecha, se destacan mensajes sobre las consecuencias del uso del tabaco, además de fomentar la observancia del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT OMS), que es el primer tratado negociado bajo los auspicios de la Organización Mundial de la Salud. Se trata de un tratado, basado en pruebas, que reafirma el derecho de todas las personas al máximo nivel de salud posible recalcando la importancia de las estrategias de reducción de la demanda, además de cuestiones relacionadas con el suministro de tabaco.
Según la OMS el consumo de tabaco es una epidemia posible de prevenir, es por ello que este día se dedica a difundir información no solo sobre los peligros de su consumo, sino de las prácticas comerciales de las tabacaleras y su impacto en el medio ambiente.
Según datos obtenidos por la OMS a nivel mundial, el tabaco mata hasta a la mitad de las personas que lo consumen, lo que supone la muerte de más de 8 millones de personas cada año. En cuanto al tabaquismo como una problemática económica y social, más del 80% de los 1300 millones de consumidores de tabaco que hay en el mundo viven en países de ingresos medianos o bajos. Más datos dan cuenta de que los varones están en mayor riesgo de sufrir enfermedades asociadas al tabaquismo pues, del 22,3% de la población mundial que fuma, el 36,7% son hombres y solo el 7,8% son mujeres.