José Figueroa, ciudadano chileno, sufrió el robo de su vehículo en diciembre de 2019. Gracias al GPS del vehículo, pudo rastrearlo hasta Bolivia, en el departamento de Oruro. Una vez en esa locación, verificó que el vehículo se encontraba dentro del Regimiento de Infantería “Mejillones”, ubicado en el municipio de Huachacalla.
Con esta información, el afectado se comunicó con Carabineros de Chile, quienes a su vez, se comunicaron con DIPROVE de Bolivia, sin embargo la investigación se vio obstaculizada primero porque no dejaron entrar a Figueroa al regimiento para tomar nota de las características del motorizado, y segundo, porque se inició la cuarentena por la pandemia de Covid-19, lo que impidió el traslado de la policía chilena.
El presunto dueño informa que, a través del GPS del vehículo pudo ver que este entra y sale del regimiento, por lo que estaría siendo usado. Hugo Bustos, investigador del Grupo de Búsqueda de Vehículos (GBV), una ONG chilena que se dedica a la recuperación de vehículos robados, dijo que existe un 100% de posibilidad de que la “motorhome” robada sea la misma que se encuentra en el recinto militar.
“No hay margen de error, no hay nada que pueda cambiar la característica del vehículo, eso está comprobado e incluso el vehículo tiene movimientos, lo sacan de ahí luego lo meten, o sea lo están usando” refirió.
Este caso sale a la luz en medio de un escándalo por la implicación de la policía boliviana en el tráfico de vehículos robados.