Según un modelo de predicción aplicado por la científica Tamitha Skov, hoy 19 de julio, una tormenta solar impactará contra la Tierra.
Las posibles consecuencias de esta tormenta son interferencias en las señales de radio y GPS, las que se sentirían especialmente en las zonas del planeta donde sea de noche. Otra de las posibles consecuencias sería la aparición de auroras.
La más violenta tormenta solar que se tiene registrada fue la llamada “tormenta de Carrington”, de 1859. El 28 de agosto de ese año aparecieron numerosas manchas solares y, entre los días 28 de agosto y 2 de septiembre, se declararon numerosas áreas con llamaradas. En esa ocasión, el campo magnético terrestre se deformó completamente, lo que permitió la entrada de partículas hasta la alta atmósfera, lo que generó la formación de auroras. El fenómeno causó la interrupción en las redes de telégrafo de ese entonces.
“La orientación magnética de esta tormenta solar va a ser difícil de predecir. Pueden ocurrir condiciones de nivel G2 (posiblemente G3) si el campo magnético de esta tormenta está orientado hacia el sur”, explicó Skov.
El fenómeno formaría parte de un ciclo solar que comenzó a finales de 2019.