Un día como hoy, el 27 de julio de 1974, la Cámara de Representantes de Estados Unidos inició un proceso, conocido como “Watergate”, que acusaba al entonces presidente de los Estados Unidos, Richard Nixon, de obstaculizar la justicia, además de dar falso testimonio y ejercer abuso de poder. Este sonado caso terminó con la dimisión de Nixon al cargo.
Considerado como el escándalo político más importante de los Estados Unidos, el caso Watergate desveló toda una trama de espionaje y actividades ilegales que la Administración Nixon llevó a cabo durante la campaña electoral de 1972. Esta dio inicio cuando cinco individuos fueron descubiertos intentando forzar la entrada de la sede del Partido Demócrata en Washington, los mismos que trataron de hacerse pasar por fontaneros o ladrones.
El gobierno de Nixon trató de “tapar” el escándalo, pero, cuando la conspiración salió a la luz, el Congreso de los Estados Unidos inició una investigación. Ante la resistencia del gobierno de Richard Nixon a colaborar en esta, se produjo una crisis institucional.
Este suceso puso al descubierto múltiples abusos de poder por parte del gobierno de Nixon, los mismos que afectaron a este y a un total de 69 personas, de las cuales 48 fueron declaradas culpables y encarceladas.