Grupos de jóvenes, provistos de petardos y armas de fabricación casera, se hicieron presentes en el Plan 3000 con la intención de hacer acatar el paro convocado por la Gobernación. Declaraciones de los vecinos de esta zona culpan al gobernador, Luis Fernando Camacho, de ser el instigador de los ataques y manifiestan ser víctimas de las logias cruceñas cuyas decisiones no reflejan las necesidades de las zonas populares.
Estas acciones vienen luego de que el alcalde, Jhonny Fernández, denunciara el ataque hacia su residencia y que, más tarde, miembros de la Unión Juvenil Cruceñista amenazaran al burgomaestre (quien dijo que no acatará el paro) con “no olvidar” un supuesto amedrentamiento por personas que los interceptaron en medio del bloqueo.
El ataque al Plan 3000 solo está siendo transmitido por medios alternativos, pues los vecinos ven con recelo la presencia de medios como El Deber por estar claramente alineados con el Comité Cívico y la Gobernación.