En China se reportó un nuevo virus de origen animal que ya ha infectado a decenas de personas, se lo bautizó como Langya henipavirus (LayV).
Como gran parte de los casos se dieron entre agricultores, se cree que la culpable de la transmisión podría ser la musaraña, aunque aún no se ha identificado el transmisor de manera certera. Sin embargo, los primeros indicios indican que aún no existe el contagio entre humanos.
Según un informe publicado a principios de agosto por el New England Journal of Medicine (NEJM), los pacientes no tuvieron ni «contacto estrecho» ni «exposición común» a un patógeno, según el estudio, lo que supone una infección «esporádica» en humanos.
Langya provoca síntomas como fiebre, cansancio, tos, náuseas y dolor de cabeza, aunque algunos desarrollaron anomalías en las células sanguíneas y un deterioro de la función hepática y renal.
La enfermedad se detectó por primera vez en 2018, pero solo recientemente se la identificó de manera formal.