El director ejecutivo de la Federación de Asociaciones Municipales de Bolivia (FAM), Rodrigo Puerta, dijo que hay un discurso político que busca generar dudas sobre los resultados finales del Censo; sin embargo, este pierde argumentos con el proceso técnico que pone en práctica el Gobierno nacional y cuya primera fase culminó el viernes.
Puerta hizo un análisis de las mesas técnicas departamentales organizadas por el Gobierno:
El primer punto en común que tienen las conclusiones de las mesas departamentales de trabajo es que el Censo debe desarrollarse de forma técnica, dejando de lado intereses políticos al respecto.
El segundo común denominador es que los municipios de todo el país requieren de tiempo para trabajar las actualizaciones cartográficas. Esta información es requerida para alimentar las cartografías que debe realizar el INE, para evitar problemas y desacuerdos cuando el proceso censal haya avanzado.
Un tercer punto en común es que ninguna acta objetó oficialmente el calendario propuesto por el Gobierno, donde las actividades llegan hasta 2024. Incluso cuando hay autoridades que públicamente no están de acuerdo con este tema.
Por el contrario, en las regiones donde las autoridades aún se resisten a aceptar esta posibilidad, como en el departamento de Santa Cruz, el proceso ha derivado en fijar una fecha para otra mesa técnica, donde se puedan seguir tratando, más a detalle, algunos de los temas en conflicto.
“Nosotros, los gobiernos ediles, vemos este alargue en el procedimiento como una inversión, si se lleva adelante muy rápido por presión política, puede que muchos de nuestros municipios resulten perjudicados. Con el tiempo necesario podremos agotar instancias de coordinación y conciliación para tener un censo seguro, un censo confiable, cuyo proceso goce de toda nuestra confianza, para permitirnos tomar mejores decisiones y crear políticas públicas eficientes”, detalló.