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Intix Usutawa o Inti Usuta Cuando el Sol está enfermo o se ha enfermado

Por: Freddy Magno Mamani Mollo – Amawta y Experto en Derecho de los Pueblos Indígenas.

En el equinoccio de primavera, 21 de septiembre de 2022, alrededor del sol aparecieron dos halos de colores muy intensos (arcoíris circulares). Por los medios se han inferido razones de este suceso que van desde chistes muy graciosos, como, por ejemplo; levantar las manos para enviar energía y ayudar a generar la Genki Dama (元気玉, Genki-dama: Esfera de Vigor) que Goku estaría realizando en algún lugar del planeta (según Dragón Ball); otras pasaron por un sentido más catastrófico indicando que son señales del Fin del Mundo o la llegada del Apocalipsis y de Lucifer. Asimismo, otras de tendencia New Age o Neohippies indican que es un tiempo de equilibrio y armonía antes del caos en este tiempo de la Era de Acuario.

Empero, solo para añadir una interpretación más, mencionare una que proviene desde el mundo de la vida Qollaymara. Es decir; desde la metáfora ancestral de los habitantes Qollas o Qollanas de este territorio.

Al interior de la sabiduría ancestral de los Qollaymaras, el fenómeno ocurrido tiene el denominativo de Intix Usutawa “el sol se ha enfermado” o Inti Usuta “el sol enfermo”.

Al respecto algunos trabajos indican lo siguiente:

En ese sentido, la compresión metafórica desde el mundo Qollaymara acerca de que “el sol está enfermo”, tiene una significación de preocupación muy grande para la comunidad. Esta aseveración va en sentido contrario a la interpretación que busca una esperanza en dicho fenómeno y aunque muchos entusiastas vean en todos los eventos estelares-vivenciales una buenaventuranza y buenos tiempos, en momentos como estos debemos tener en cuenta la completitud del hecho cósmico-espiritual.

Me animaría, a desgranar un elemento de esta sabiduría de que “el Sol está enfermo”.

Primeramente, el Sol es uno de los ancestros más sagrados al interior de nuestra cosmovivencia. El sol es la fuente de la vida de este tiempo/espacio/era/momento; es el que da fuerza vital a todos los seres que habitan en la Pachamama-Madre Tierra. Es nuestro Tata Inti o Willka Tata, Padre Sol. A nivel cósmico, sería el fuego de nuestro universo que impulsa la vida. Asimismo, el fuego, también representa el espíritu. Por lo cual podríamos decir que el Sol, es uno de los espíritus generadores de la vida en nuestro universo, de nuestro cosmos interno y externo. El Sol, asimismo, al interior de nuestra comprensión comunitaria es nuestra familia, nuestro padre. En ese sentido, el Sol es parte del origen propio de nuestra existencia humana, pues está dentro nuestro y fuera de nosotros. El sol es el calorcito cariñoso que requerimos en momentos de crisis.

Es más, hasta bioquímicamente nuestro organismo produce vitamina D cuando interactuamos con el Sol. Algunos de manera certera le denominan la “vitamina de la luz del Sol” que hace incrementar el calcio y el fósforo de nuestro cuerpo. Esto es muy importante por que “Tres minerales, calcio, fósforo y magnesio, representan el 98% del contenido mineral del cuerpo por peso. El calcio y el fósforo juegan papeles básicos en las innumerables reacciones bioquímicas a nivel celular. También son los componentes principales del esqueleto, y sin magnesio no se pueden llevar a cabo muchas funciones metabólicas” (https://www.healthychildren.org/).

Entonces, cuando nuestro pueblo ancestral Qollaymara guardó la sapiencia de que cuando existen halos alrededor del Sol, debe comprenderse que “el Sol está enfermo” o “el Sol enfermó”, no es radical aseverar que en su metáfora está contenida un código que nos impele a actuar ante un estado de malestar de índole universal.

El Sol está enfermo o el Sol enfermó, vendría a significar que un principio vital de nuestra vida tiene un problema. Que nuestro papá enfermó. Que el espíritu universal que nos vincula a todos, está enfermo (respecto a la comprensión de la enfermedad se abordará en otro ensayo). Es más, si lo vinculamos al equinoccio de primavera en el cual la luz y la oscuridad están en equilibrio, añadiríamos que, el Sol nos muestra que ese equilibrio fundamental feminidad/masculinidad -yanantin o paipacha- (fuera de la percepción del genero) también está enfermo.

En ese sentido, si bien en nuestras comunidades los elementos relevantes siempre la relacionamos con la siembra, esto se da porque es una de las fuentes de nuestra vida comunitaria. Sin embargo, también la siembra y cosecha es una metáfora que se puede usar a distintos niveles de comprensión que posibiliten la reproducción de nuestra existencia física, emocional, racional y espiritual. Esta sabiduría de que el Sol está enfermo nos indica que debemos tener precaución en lo que representa este tiempo en el que la feminidad de hombres y mujeres esta confusa, está desequilibrada “ya que esto predice una cosecha de proporciones de hambre”.

Entonces, si decimos que el Sol está enfermo, esta aseveración nos impele a actuar y pensar en la Pachamama – Madre Tierra, pues “también se enferma el Pacha y es sentida por la comunidad humana y la naturaleza, por eso nos preocupamos en darle calor cuando se encuentran débiles prendiendo fuego” ya que “cuando el sol y la luna se encuentran enfermos, afectan también a las crianzas y por eso la preocupación es de todos”, ya que como Madre Tierra o Madre Infinita, también siente el desequilibrio y desarmonía de su familia.

Es tanta la relación familiar y comunitaria en el mundo de los ancestros tutelares, que “cuando la luna o el sol se enferman, también el agua se enferma y las personas no debemos tomar esa agua porque nosotros también nos enfermaríamos”, en ese sentido “cuando el sol se enferma y se pone con un arco iris alrededor, ese día es medio feo, el clima otra clase es y no sabes qué hora es. A mí me afecta mucho, me duele mi cabeza, diferente me siento, pero cuando se pasa ese arco iris del sol, también estoy bien”, por ello, es cierto -nomás- que aquello que le sucede a la Tierra, también le sucederá a los hijos e hijas de la Tierra, por cuanto; también es aplicable al Sol y, a los hijos/as del Sol.

En tal sentido, en apariencia habria un problema de percepción acerca de este evento cósmico comunitario. Sin embargo, debemos puntualizar que este término “problema” etimológicamente referiría a “arrojar con fuerza algo hacia adelante” (del griego antiguo πρόβλημα), por cuanto, no es escandaloso aseverar que algunas apreciaciones son un poco ingenuas y sin fundamento histórico-espiritual, empero, ello no elimina su sentido proposicional, sino que, percibiéndola como problema, debe impulsarnos a “arrojarnos con fuerza hacia adelante, hacia la esperanza”.

Para terminar, desde nuestra cosmovisión Qollaymara, un vaticinio de un momento difícil también puede ser sanado o por lo menos curado. Así, “nos dimos cuenta en la mitad de la siembra que el sol estaba rodeado con el arco iris. Entonces para que no afecte a la chacra, hemos pircado con piedritas o terroncitos una pared en forma de un círculo y efectivamente afectó [sólo] a ese sitio”. Esto nos muestra, que ante un evento que podría afectarnos, siempre hay una ritualidad y un especialista espiritual (Amawta- Yatiri-Shaman) que nos ayuda a equilibrar la situación.

De manera conclusiva, lo principal de este artículo es hacer notar que el evento cósmico comunitario sucedido el día hoy (21/9/22) tiene una connotación de precautelar lo sagrado que nos permite vivir, cuidar el fuego de nuestro espíritu, cuidar a nuestra familia (humana y no humana), escuchar y ver la forma de comunicación de nuestros ancestros tutelares.

Sabiendo esto, podremos comprender nuestro tiempo, caminar como hermanos y hermanas, respetar los fundamentos que hacen posible nuestra vida y principalmente criarnos, amarnos y amar a borbotones, aun teniendo señales del cielo que nos presagien momentos difíciles.

Jallalla Pachakuti de los hijos del Sol.

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