Resurgen los cuestionamientos por el trabajo de Iván Arias en la alcaldía de La Paz, esta vez por los enfrentamientos producto del reordenamiento vehicular que causaron caos en la ciudad la anterior semana y que aún no vislumbran una solución.
Otro fuerte cuestionamiento hacia Arias fue lo acontecido con la dirigencia del llamado control social, donde se aprobó un presupuesto para el 2023 que disminuye recursos para educación, salud y prevención de riesgo y aumenta para la contratación de consultores externos e internos dentro del municipio. Sumado a esto está el crédito financiero del Banco Visa, por más de 175 millones de bolivianos, supuestamente destinado a continuar con el remozado de plazas y parques, siendo que, según autoridades en educación, existen otros temas de mayor urgencia, como la reparación y equipamiento de centros educativos.
A través de los medios de comunicación y las redes sociales también se cuestionó que no se hayan hecho obras de impacto y que muchas de las que se presentó, por ejemplo, durante la efeméride departamental, se tratara del repintado de trabajos preexistentes hechos por anteriores administraciones.
Esperando solucionar el problema con el transporte interciudad, Arias tiene programada una reunión el lunes con representantes de los transportistas.