Hoy, a las 14:30, hora peninsular española, la primera ministra del Reino Unido, Liz Truss anunció su dimisión al puesto que ocupaba tras solo 44 días en el cargo. Con esta acción se convirtió en la jefa de gobierno con el mandato más breve de la historia. Sin embargo, Truss continuará en el puesto hasta que se elija un sustituto para el mismo, algo que sucederá máximo hasta la próxima semana.
Las políticas económicas asumidas por Truss consiguieron que, en un mes y medio en el cargo, tenga en su contra a diputados, al Banco de Inglaterra, a las principales instituciones económicas del país y a una buena parte de la opinión pública del Reino Unido. Esto pese a haber retrocedido en la histórica rebaja de impuestos que podría ocasionar un fuerte desbalance en las arcas públicas.
“Yo tenía grandes esperanzas en el mandato de Liz Truss, pero después de lo ocurrido la pasada noche creo que su posición es ya insostenible. Yo también he enviado mi carta a Graham Brady”, escribió en su cuenta de Twitter, Sheryll Murray, una de las diputadas que aún defendía a Truss.
En medio de una de las mayores crisis económicas vividas en el Reino Unido, ahora todo el poder está en manos del nuevo ministro de Finanzas, Jeremy Hunt, quien se apresuró a dar marcha atrás en las medidas asumidas por la primera ministra saliente.