Respondiendo a recientes campañas de desinformación, el INE descarta que las preguntas que forman parte de la cartilla del censo vulneren la privacidad de los ciudadanos. Además, la boleta contará con dos pruebas de retroalimentación y tendrá otras dos antes de que se apruebe la versión final.
Declaraciones de la senadora de CREEMOS, Centa Rek, acerca de que las preguntas que se hacen a la ciudadanía en las etapas precensales, así como las que se incluirán en la boleta censal, violan la privacidad y están orientadas a sacar información “para provecho del MAS y el Gobierno”, fueron catalogadas como absurdas, por cuanto un censo es también una herramienta para que el gobierno conozca las necesidades de la población y administre los recursos en tal sentido.
Por su parte, Humberto Arandia, director del Instituto Nacional de Estadística (INE) explicó que las preguntas del cuestionario censal, así como la información relevada en la ACE, se reducen a características de las viviendas, si estas están ocupadas o no, así como datos generales de los habitantes y su situación laboral, y no contienen preguntas sobre ingresos económicos, como sugiere la oposición.
Las encuestas a las que se refieren los detractores del censo, según continuó Arandia, se refieren a encuestas menores que son parte del trabajo que el INE lleva adelante desde hace varios años, como la encuesta de precios en mercados, encuesta continua de empleo (mensual), o encuesta de hogares (cada fin de año), entre otras.