A través de su cuenta de X, antes Twitter, el expresidente Evo Morales publicó la carta que habría enviado al secretario general de la ONU solicitando su intervención ante los supuestos ataques del gobierno hacia su “marcha pacífica” y ante la posibilidad de ser aprehendido. Este pedido llamó inmediatamente la atención porque echa por tierra del discurso de Morales sobre la injerencia extranjera en nuestro país, además de que pasa por alto el papel de la ONU durante el golpe de Estado de 2019.
“Desde la Marcha para Salvar Bolivia dirigimos esta carta a Antònio Guterres, Secretario General de la ONU, denunciando el uso del gobierno de Luis Arce de “grupos de choque” y la policía para intentar desbaratar nuestra marcha pacífica”. Escribió Morales.
Más adelante en la carta puede leerse:
“Nuestro objetivo primordial es evitar cualquier escalada de violencia y asegurar que se respete el estado de derecho en el marco de la comunidad internacional […] nos inquietan las amenazas contra la integridad física y la libertad del expresidente Evo Morales, quien ha sido objeto de declaraciones que consideramos sumamente alarmantes por parte de altos funcionarios del gobierno”.
Finalmente, ante la sorpresa de quienes conocen la trayectoria de Evo Morales, pide la intervención de la ONU:
“A la luz de los hechos expuestos, solicitamos su intervención a fin de garantizar que se respeten los derechos fundamentales de todos los ciudadanos bolivianos, en conformidad con las leyes nacionales y el derecho internacional”.
El no haber recurrido a otros organismos como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) o el Foro de São Paulo parecen confirmar la alianza de Morales con la derecha y su alejamiento de la izquierda internacional.