La Conferencia Episcopal Italiana (CEI) presentó un informe sobre presuntos casos de abuso sexual cometido por personas relacionadas con la iglesia entre 2020 y 2021, se trata de 89 denuncias por hechos cometidos por 68 acusados. En este informe también se da a conocer que las denuncias suman 613 en los últimos 20 años.
Para las víctimas italianas de los abusos por parte del clero, este informe “roza el ridículo” porque solo se refiere a dos años y a los casos que han llegado a las diócesis, siendo que existen muchísimos más:
“Todos los casos relacionados con sacerdotes italianos denunciados al poder judicial, a nuestra asociación o directamente a la Congregación para la Doctrina de la Fe están excluidos del informe”, destacó en una nota el fundador de la asociación “Rete L’Abuso” y víctima de un cura pederasta, Francesco Zanardi.
Sobre las víctimas, de los 89 afectados, 61 son personas incluidas en el grupo de edad entre 10 y 18 años, mientras que 16 eran mayores de 18 años y 12, menores de 10 años. Mientras que el perfil de los 68 presuntos pederastas muestra, en más de la mitad de los casos, sujetos de entre 40 y 60 años en el momento del delito, en su mayoría curas (30 casos), seguidos por laicos (23) y, por último, religiosos (15). Entre los laicos están personas que se relacionaban con la iglesia en diferentes funciones: maestro de religión, sacristán, animador, catequista o miembro de asociaciones, etc.
Las víctimas también denunciaron las múltiples ventajas que se les ofrece a los curas pederastas pues estos cuentan con “cursos de reparación y de conversión, incluido el internamiento en comunidades de acogida especializadas (un tercio de los casos detectados) y cursos de “acompañamiento psicoterapéutico”, además de mecanismos que les permiten salir de la cárcel, un tratamiento privilegiado del que no gozan las víctimas.