La Asamblea Nacional de Venezuela abrió este jueves el debate sobre el Tratado de Asociación Estratégica y Cooperación con la Federación de Rusia, considerado un paso decisivo en el fortalecimiento de los vínculos bilaterales. La sesión ordinaria incluyó además la instalación del Consejo Nacional por la Soberanía y la Paz y una condena al ataque de Israel contra Qatar, pero el punto central fue la discusión del tratado con Moscú.
El acuerdo busca dar carácter jurídico y estructural a la relación entre ambos países, que ya abarca ámbitos como energía, defensa, minería, tecnología, transporte y salud. Con este marco legal, Caracas y Moscú pretenden consolidar mecanismos de cooperación a largo plazo y reforzar su alianza política en el escenario internacional.
Las relaciones ruso-venezolanas han alcanzado su nivel más alto tras la firma, el pasado 7 de mayo de 2025, del Acuerdo de Cooperación y Asociación Estratégica, que convirtió a Venezuela en el principal socio de Rusia en América Latina. Este pacto se enmarca en el 80 aniversario de la Victoria sobre la Alemania nazi y de ocho décadas de relaciones diplomáticas, aunque sus raíces modernas se remontan al gobierno de Hugo Chávez, cuando se impulsaron proyectos conjuntos en defensa y petróleo.
Los pilares de la cooperación incluyen:
- Económico-financiero: creación de una infraestructura independiente frente a sanciones internacionales y nuevos mecanismos de pago fuera del sistema occidental.
- Energético y minero: inversiones rusas en la industria petrolera y coordinación en espacios como OPEP+ y el Foro de Países Exportadores de Gas.
- Tecnológico y de seguridad: instalación de una estación del sistema de navegación ruso GLONASS y continuidad en programas de capacitación y equipamiento militar para las Fuerzas Armadas venezolanas.
- Ideológico: una narrativa común antihegemónica y de defensa de un orden multipolar, con condenas al “resurgimiento del nazismo” y a la influencia de Estados Unidos y sus aliados.
Con esta discusión, Venezuela busca ratificar y formalizar una asociación estratégica que se ha consolidado como un eje central de su política exterior en las últimas dos décadas y que hoy se proyecta como un frente común con Rusia frente a las sanciones y la presión internacional.