Karen Longaric fue nombrada ministra de relaciones exteriores durante el gobierno de facto de Jeanine Áñez, el 14 de noviembre de 2019. Sin embargo, su llegada al cargo estuvo plagada de decisiones impulsivas y arbitrarias que perjudicaron la política internacional boliviana. Una de estas decisiones fue la de publicar un comunicado, sobre el conflicto con Chile acerca de las aguas del Silala, en la página oficial de la cancillería boliviana, el 13 de febrero de 2020. Este comunicado dice:
“El Ministerio de Relaciones Exteriores comunica que el Gobierno de la Presidente Constitucional Jeanine Añez ha asumido la defensa de los intereses de Bolivia en la controversia sobre el Silala.
Este litigio ante la Corte Internacional de Justicia se inició durante el Gobierno de Evo Morales y en sus actuados procesales (Contramemoria) se admitió que una parte de las aguas del Silala fluyen de manera natural hacia Chile.
Bolivia continuará defendiendo sus derechos basados en el derecho internacional”.
Esta declaración, alejada de toda lógica en un momento tenso para la política exterior boliviana, fue un error que podría pagarse caro en la resolución del conflicto. El exdiputado, Víctor Borda, expresó su preocupación al respecto en el momento:
“Quiero recordar que, conforme a interpretación del artículo 53 del Estatuto del Código Procesal Internacional, aplicable a la Corte de La Haya, cuando en la fase de alegatos reconoces expresamente el derecho que está exigiendo la otra parte, el Estado demandante, en este caso Chile, podría pedir que la Corte de La Haya se pronuncie a favor de ellos”.
Este error por parte de Longaric fue celebrado por el entonces presidente chileno, Sebastián Piñera, quien expresó su satisfacción por lo que él entendía como un “reconocimiento” boliviano a través de su cuenta de Twitter: “Bolivia reconoció ante Corte Internacional de Justicia de La Haya tesis chilena q Río Silala es un río internacional q fluye naturalmente hacia nuestro país. Esta es una buena noticia para Chile y nos permite avanzar hacia un uso racional y equitativo de las aguas del Río Silala”. Más allá del “reconocimiento” en sí, lo que celebra Piñera es que haya sido publicado en la página oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores boliviano.
Esta actitud derrotista asumida por una autoridad encargada de velar por los intereses del país frente a otros es inadmisible, así como es inadmisible la declaración que hizo Longaric cuando se trataba el tema de la reivindicación política ante la Haya:
“Cuando eres un país pobre y dependiente no tienes perspectiva de proyectarte más adelante, pero cuando eres una potencia puedes hacerlo, y ahí vemos potencias como Rusia, por ejemplo, con su propia ideología y su postura geopolítica, que sí tienen posibilidades de imponerse, pero los países DÉBILES, somos los que estamos obligados a cumplir normas, cánones y todo lo que nos impone la política internacional, el derecho internacional”.