Inés Amézaga Sanjinés es una joven emprendedora boliviana que pronto inaugurará su beauty bar en la tradicional zona de Sopocachi. Hija de una maestra beniana y un docente universitario paceño, Inés nació en La Paz hace 33 años. Inició su formación profesional estudiando gastronomía, ocupación en la que estuvo por casi ocho años y a la que todavía se dedica de vez en cuando, sin embargo, ese no fue el camino que seguiría su emprendimiento pues, gracias a la influencia de una buena amiga, tomó un curso de maquillaje que, sin saberlo en ese momento, cambiaría el rumbo de su vida.
Una vez dentro del mundo de la estética, se aficionó y comenzó con un pequeño local llamado Linesh:
“El primer lugar era pequeñito, pero muy acogedor, estaba en plena calle Mercado, y cabíamos apenas 3 personas, con dificultad 4, y muchas veces era incómodo porque tenía varias clientas esperando afuera”.
El pequeño negocio comenzó a crecer al igual que la familia de Inés, quien se casó y tuvo un hijo. El amor que le tiene a su trabajo se refleja en el trato que tiene con sus clientes: “Por ejemplo, cuando una mujer o un hombre llega a mi estudio, mi trabajo no se reduce solamente a mejorar su aspecto, sino a hacer que sienta bien consigo mismo, en su mente, en su espíritu”.
Con el tiempo, lo que inició como un hobby se convirtió en un negocio floreciente que llevó a su propietaria a dar el siguiente paso y trasladar su local a un espacio más amplio, para lo cual escogió a la tradicional y concurrida zona de Sopocachi, donde este 8 de abril se cortará la cinta de inauguración del Estudio de Belleza Linesh.
Hechos como este nos benefician a todos, por cuanto muestran signos de la recuperación de una economía golpeada por conflictos políticos y la crisis sanitaria de COVID 19. En medio de este panorama, aplaudimos los nuevos emprendimientos y, desde El Radar, le deseamos éxitos a esta joven empresaria boliviana.
