Los feminicidios de Wilma Edith Fernández Quispe, de 39 años, y de Valeria Mercado, de 28 años, cuyos cuerpos sin vida fueron hallados por la policía con menos de 48 horas de diferencia, perturbaron a la sociedad boliviana, ya que, con estos casos, suben a 23 los feminicidios registrados desde principios de año, lo que implica que una mujer es asesinada cada cuatro días.
La Paz es el departamento que cuenta con más casos, 11 de los 23, a continuación está Santa Cruz con 6, Cochabamba con 3, Beni con 2 y Potosí con 1.
En el caso de Wilma Edith Fernández, luego de varios días de búsqueda infructuosa, las autoridades hallaron su cuerpo envuelto en una bolsa de yute en la población de Chuspipata, en los Yungas. Aparentemente, el autor del hecho quiso cubrir el crimen usando el teléfono de la víctima para comunicarse con su hermano y algunas amigas.
En el caso de Valeria Mercado, luego de casi tres semanas de haber desaparecido, su cuerpo fue encontrado en una casa deshabitada, en la zona sur de la ciudad de La Paz. Mercado, llegó a principios de marzo junto a su hijo, provenientes de la ciudad de Cochabamba por invitación del padre del niño, quien manifestó querer festejar el cumpleaños del pequeño en La Paz. Luego de ello, Valeria desapareció, y su familia inició una intensa búsqueda que terminó con el hallazgo de su cuerpo sin vida en un contenedor.
Ambos casos, sumados a los otros 21 en lo que va del año, causan consternación y ponen sobre la mesa el tema de la violencia hacia la mujer en un 2022 que fue declarado “año de la Revolución Cultural para la despatriarcalización, por una vida libre de violencia contra las mujeres”.
