A través de la ley Municipal Autonómica Nº. 479, se declara Patrimonio Cultural Inmaterial del Municipio de Nuestra Señora de La Paz, a los “Ch’utas” del carnaval paceño.
El 19 de enero, el presidente de la Comisión de Desarrollo Humano y Culturas, Javier Escalier, envió un oficio a la Secretaría Municipal de Culturas y Turismo del Órgano Ejecutivo Municipal con el fin de efectuar las acciones necesarias para declarar Patrimonio Cultural Inmaterial del Municipio de Nuestra Señora de La Paz, a los “Ch’utas”. A esta iniciativa se adhirieron la Asociación de Comparsas del Carnaval Paceño y el Centro Acción Corocoro.
Los ch’utas, conformados por la pareja de hombre y mujer, son personajes protagonistas del carnaval paceño, sobre todo en la entrada del domingo de tentación. Su origen se remonta a finales del siglo XIX en la provincia Pacajes del departamento de La Paz. La estética de la danza es muy particular, pues al tiempo que se relaciona con la cultura andina usa trajes al estilo español, como el “traje de luces de torero”.
Ya en noviembre de la gestión 2011, la Asamblea Legislativa Plurinacional aprobó la Ley No 184 que declara “Patrimonio Histórico Cultural e Inmaterial del Estado Plurinacional de Bolivia a la expresión artística cultural viva de “El Ch’uta”.
Sobre la vestimenta de la pareja, en el varón está conformada por una chaquetilla corta que llega hasta la cintura, un pantalón ajustado a los tobillos con abombamiento a los muslos y una careta de alambre milimétrico trenzado que cubre la cara, un lluch’u, chuspa, zapatos, corbata, camisa y encima un sombrero de jipa japa con toquilla de colores que identifica a la comparsa a la que pertenece. La vestimenta de la mujer consta de un jubón o chaquetilla en conjunto con una pollera y zapatos y sombrero a juego.
Dentro de la vestimenta del ch’uta varón hay dos detalles importantes que representan al “patrón”, por un lado la careta y por otro la voz en falsete burlón que es una de sus características.
Ambas declaratorias ponen en valor a este protagonista del carnaval paceño que, en los últimos años, ha ido creciendo en popularidad no solo en la ciudad sino a lo largo de las provincias del departamento e incluso entre las comunidades bolivianas fuera del país.
