“Una noche calurosa en Boston en 1916, al terminar de saborear uno de mis discos de pasta en la ventana de mi cuarto, me sorprendió una ovación cerrada: mis vecinos, habían disfrutado de aquel momento en completo silencio … podría considerarse la primera Flaviada” (Flavio Machicado Viscarra)
Las Flaviadas son parte del patrimonio cultural paceño. Se trata de sesiones musicales gratuitas, comentadas por un anfitrión, que se llevan a cabo en la casa de la familia Machicado, en el tradicional barrio de Sopocachi. Fue precisamente don Flavio Machicado Viscarra quien dio inicio a esta actividad en 1922, como “una actividad dedicada a promover el amor por la música universal”. Sin embargo, fue desde 1938 que las sesiones fueron públicas, pues las personas podían asistir a ellas sin necesidad de una invitación formal.
Según la página web de la Fundación: “Hoy la casa es un refugio que conserva el paso de cinco generaciones de bolivianos, entre los que se encuentran Jaime Sáenz, Arturo Borda, Yolanda Bedregal, Marcelo Quiroga Santa Cruz, Oscar Cerruto, Cecilio Guzmán de Rojas entre otros, incluso las sesiones se hicieron tan famosas que artistas internacionales también las reconocieron por ejemplo el violonchelista catalán Pau Casals mantuvo correspondencia regular con Flavio, y las audiciones fueron honradas con la visita del compositor estadounidense Leonard Bernstein y la filarmónica de New York en 1954”.
Actualmente, las sesiones se dan cada sábado, pues regresaron al modo presencial este 26 de marzo, luego de un período virtual durante el cual se transmitían a través de la plataforma mixcloud. El anfitrión de estas jornadas es Eduardo Machicado, el carismático hijo de don Flavio quien, junto a Cristina, su hija, continúan una tradición musical-familiar que ya lleva 84 años vigente.
