Luego de haberse suspendido a causa de la pandemia de Covid 19, la verbena paceña retornó con fuerza este 2022. Sin embargo, pese a los esfuerzos de la alcaldía, estuvo llena de falencias y mala organización.
De por sí, la tarea monumental de organizar dos verbenas en lugar de una era un reto demasiado grande. Lamentablemente dejaron de lado un elemento que es fundamental en todo evento masivo: los baños.
Cientos de personas bailando y bebiendo, sin baños disponibles, son una receta para el caos. A poco de terminar de cantar el himno paceño, las calles se convirtieron en baños improvisados donde las personas, movidas por la urgencia, vaciaban sus vejigas a vista de los transeúntes.
Lamentablemente, esto pasó también en las cercanías de la plaza San Francisco, un edificio patrimonial centenario que debe ser resguardado de situaciones como esa. Definitivamente, la alcaldía debe pensar en la necesidad de exigir la presencia de baños portátiles en este tipo de eventos, también cuando se trata de festividades como el Gran Poder o las entradas zonales.