El vocero presidencial, Jorge Richter, reprochó este miércoles la falta de “hidalguía” de los promotores del paro, quienes ahora buscan una “salida honorable” tras forzar un paro cuando la solución ya estaba “sobre la mesa” el 21 y 22 de octubre antes que se inicien la medida de presión que causó millonarias pérdidas económicas.
“Están buscando entre otras cosas construir una salida honorable (…) Esto es una falta de coraje para decirle a los ciudadanos cruceños que forzaron un paro cuando la salida ya estaba sobre su mesa el 21 y 22 de octubre”, indicó el vocero en entrevista con la televisora privada Cadena A.
Según recientes encuestas, el 50% de la población pide que se levanten las medidas de presión, lo que significa que esta medida promovida por el gobernador Luis Fernando Camacho, el cívico Rómulo Calvo y el rector de la Universidad Gabriel René Moreno, Vicente Cuellar, perdió legitimidad.
Richter aseveró que los problemas “de fondo” del Censo de Población y Vivienda fueron resueltos en consenso y ahora están garantizados por el Gobierno nacional en relación a la fecha, redistribución de los recursos y la reasignación departamental de los escaños.
Señaló que ahora los promotores del paro, tras 33 días de bloqueos “se ven en un callejón sin salida” y están presos de una radicalidad que ellos mismos impusieron con una consigna innegociable.
“Hoy en día estas lógicas se han radicalizado en el discurso, se han exacerbado en la forma en las cuales han sido presentadas por el Comité Interinstitucional, hoy están entonces presos de esa radicalidad y de esa exacerbación, de esa consigna absolutamente vertical, innegociable, ni zonas para el diálogo, esa era la consigna del 2023”, remarcó.
Ante esta situación, explicó que estos actores buscan una salida alterna trasladando el debate a la Asamblea Legislativa Plurinacional sosteniendo la demanda de 2023, para argumentar que defendieron el pedido cruceño hasta el último momento.
“El Comité Interinstitucional, la gente de las bancadas de Creemos y Comunidad Ciudadana tienen clara conciencia de que el proceso censal no tiene posibilidades técnicas de llevarse adelante el año 2023”, aseveró.
Advirtió que la población ya estaba interpelando esta medida de presión que este miércoles cumple 33 días de paro cívico y que los promotores no pueden explicar, las pérdidas millonarias, pérdidas humanas y la “desdicha” que provocaron con esta medida, por lo que ahora pretenden salvar sus liderazgos.