A través de una entrevista realizada en radio Panamericana, el exministro Carlos Romero declaró: “Quiero confirmar las operaciones clandestinas que viene desarrollando la DEA en el país con el encubrimiento del Gobierno, del Ministerio de Gobierno. La DEA ingresa a Bolivia de manera clandestina a partir de una estructura policial que es articulada por Arturo Murillo, quien opera a través de un par de coroneles retirados que fueron gente de confianza de Sánchez Berzain, estructura que le dio continuidad el ministro de Gobierno”.
Según Romero, todo este entramado tiene que ver con el robo de los celulares de Evo Morales y su asistente, y que la finalidad del mismo es implicar al expresidente con algún caso de narcotráfico.
Sin embargo, no proporcionó ninguna prueba de sus aseveraciones, menos aún se dio a conocer el supuesto audio en el que basa sus acusaciones, el mismo que contendría información acerca de una compensación monetaria por la entrega de los celulares. Asimismo, las declaraciones de Romero entran en contradicción, pues en ocasiones anteriores habló de una relación del gobierno con el narcotráfico, y ahora menciona una relación con el mecanismo que lo combate.
