Haciendo frente a las consecuencias del fenómeno de La Niña, que vino acompañado por sequías en alrededor de 153 municipios en los departamentos de Chuquisaca, Cochabamba, Potosí, Santa Cruz, Tarija y Oruro, el gobierno boliviano toma distintas acciones.
En este marco se creó el Plan Plurinacional de Respuesta Inmediata a la Sequía, puesto en marcha la última semana de noviembre, el mismo que contempla un presupuesto de 122 millones de bolivianos para garantizar la provisión de agua para el consumo humano y los animales.
Este Plan contempla la ejecución de proyectos de preinversión para la construcción de atajados, represas, trasvases de agua de ríos y otros afluentes que permitirán dar una solución estructural a los problemas de la sequía. También se realizará la compra de 36 cisternas de agua para ayudar a las poblaciones damnificadas, y se entregarán semillas, principalmente a los productores de papa que resultaron afectados por este fenómeno.
También se está trabajando en la perforación de 80 pozos, que se espera que lleguen a 200 hasta fin de año, todo ello con el fin de garantizar la seguridad alimentaria del país:
“Con las semillas que se están entregando y con lo que ellos (los productores) se están comprando, van a resembrar y van a buscar la posibilidad de alcanzar las lluvias para abastecer y seguir garantizando alimentos a los bolivianos”, expresó al respecto el ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Remmy Gonzáles.
