Bolivia cuenta con las reservas de litio más grandes del mundo, y esto se incrementará más aún con la existencia de los salares de Coipasa y Pastos Grandes. Las proyecciones del gobierno dicen que este año las ganancias por la exportación de litio sumarán 1500 millones de bolivianos, tres veces más que en 2022. En cuanto a la industrialización, fuentes gubernamentales informaron que, en el primer semestre, estarán listas tres plantas que generarán ingresos anuales de alrededor de $us 2.000 millones.
Estos réditos, según información dada por el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, multiplicaron 20 veces sus ingresos por la venta de carbonato de litio y cloruro de potasio entre 2020 y 2021, a través de la estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB). Con estas prometedoras cifras, se espera que este 2023 estos ingresos crezcan al triple. En este sentido, las ganancias que sumaron 27 millones de bolivianos en 2020 superarán los 1500 millones de bolivianos en 2023.
En las primeras proyecciones sobre los ingresos por la venta del litio se pensaba que se podrían conseguir ingresos de alrededor de 2000 millones de dólares, los que subieron a 5000 por el alza de este recurso en el mercado internacional. Según estas cifras, el precio del litio subió de $us 4.450 la tonelada en 2012 a $us 17.000 en 2021 y $us 78.032 en 2022, datos que demuestran una tendencia irreversible al alza.