En medio de la controversia desencadenada por el bloqueo de la carretera en el Trópico de Cochabamba, las acciones de los choferes, que exigen mejoras viales y la construcción de una doble vía, han sido repudiadas por la población, los agropecuarios y las empresas de transporte. La Cámara Agropecuaria de Cochabamba ha expresado su preocupación, calificando la protesta como motivada por intereses políticos y generadora de graves pérdidas económicas para los productores.
El vicepresidente de la Cámara Agropecuaria, Rolando Morales, ha solicitado públicamente el desbloqueo “por horas” para permitir el intercambio de alimentos y evitar mayores pérdidas económicas. Morales alertó sobre el riesgo de perder el mercado argentino y destacó la importancia de la seguridad alimentaria en medio de la protesta.
El bloqueo, iniciado por el grupo de Transporte Libre del Trópico, ha sido catalogado por el ministro de Obras Públicas, Edgar Montaño, como una acción de tintes políticos, y se ha sugerido que estaría liderado por el expresidente Evo Morales. Montaño ha subrayado la naturaleza política del bloqueo, mientras que el Gobierno ha extendido una invitación al diálogo para abordar las demandas de los transportistas.
En una decisión nocturna, los transportistas del Trópico aceptaron la convocatoria al diálogo realizada por la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), fijando el punto de encuentro en Lauca Ñ, Cochabamba, a las 05:00 de hoy. Sin embargo, persiste la solicitud de la presencia del presidente Luis Arce o la ministra María Nela Prada en la mesa de negociaciones.
En medio de este escenario, la Coordinadora de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba ha anunciado su adhesión a la medida de presión, enfatizando que su demanda no tiene motivaciones políticas. La situación sigue siendo tensa, y la incertidumbre persiste sobre el desenlace de esta protesta, que ha generado pérdidas económicas y ha puesto de manifiesto la compleja intersección entre las demandas sociales, políticas y económicas en juego.