YLB aclara: extracción de litio no comprometerá el agua ni el medio ambiente

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En medio de cuestionamientos sobre el uso de agua en el proceso de industrialización del litio, el gerente sectorial de investigación y proyectos de Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), René Salinas, aclaró una serie de datos que, asegura, fueron difundidos erróneamente generando preocupación innecesaria entre la población.

En el programa “El Mañanero”, de Red Uno, Salinas explicó que el consumo real de agua en las plantas industriales de litio es considerablemente menor al que fue mencionado en algunos informes. “Se ha duplicado el cálculo del caudal de consumo”, afirmó, refiriéndose al dato de 4.4 millones de metros cúbicos al año que circuló públicamente. Según explicó, ese número surge de sumar de forma incorrecta la extracción de agua del pozo y la capacidad de tratamiento de la planta, cuando en realidad ambos se refieren al mismo volumen de agua.

“El dato correcto es 2.4 millones de metros cúbicos anuales”, precisó. Añadió que el consumo total de agua de todas las plantas operativas y proyectadas de YLB ronda los 5.6 millones de metros cúbicos al año, lo que representa apenas un 10% del caudal de recarga natural estimado en la región.

Salinas también desmintió que se utilicen 47 millones de metros cúbicos de agua dulce al año, como se afirmó en otro reporte. Explicó que esa cifra confunde la salmuera con agua dulce. “La salmuera, unos 40 millones de metros cúbicos, se reinyecta al salar tras pasar por el proceso de extracción directa de litio, con un impacto ambiental muy bajo”, señaló.

En cuanto a las preocupaciones sobre el equilibrio hidrológico del área, el gerente indicó que el caudal de recarga está bien calculado y se basa en datos de estaciones pluviométricas propias y del Senamhi. Las precipitaciones anuales en las cuencas de Cieneguilas, Guasajulaca, Río Grande y San Jerónimo equivalen a unos 309 millones de metros cúbicos de agua, de los cuales se estima una recarga efectiva del 10%, es decir, aproximadamente 31 millones de metros cúbicos por año.

Sobre el impacto ambiental, Salinas fue claro: “No existe un daño ambiental. Existe un impacto, como en toda actividad industrial, pero este debe ser mitigado según la Ley 1333 y los reglamentos ambientales vigentes”.

Asimismo, destacó que Bolivia optó por un método moderno y más sostenible para la extracción de litio: la extracción directa, que reemplaza gradualmente el uso de piscinas de evaporación. Este proceso permite recircular el agua dentro del sistema, reduciendo significativamente el consumo neto.

Finalmente, Salinas reiteró que YLB está comprometida con un modelo de industrialización del litio que sea tecnológicamente eficiente y ambientalmente responsable, en beneficio de las futuras generaciones del país.

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