Durante 15 días, la bebé de un año y nueve meses fue víctima de los golpes de su padrastro que le dejaron hematomas y moretones en la cabeza, el rostro, la espalda y el cuello. Finalmente, una patada reventó su pequeño hígado causándole una hemorragia interna que acabó con su vida.
El padrastro, que cuidaba a la pequeña y tenía antecedentes penales, está detenido, acusado de infanticidio. La madre es investigada.
La muerte de la bebé Ashlyn elevó a 12 el número de víctimas de infanticidio en lo que va del año. En sólo tres meses, en La Paz se registraron cuatro asesinatos de niños y niñas, en Santa Cruz dos, en Potosí dos, en Tarija uno y en Cochabamba dos.