El día de ayer, en horas de la tarde, Estela Castedo, una mujer de la tercera edad protagonizó un altercado con la policía al intentar bajar la wiphala que estaba siendo izada en un acto protocolar en la Plaza 14 de Septiembre de la ciudad de Santa Cruz. Para evitar que la wiphala flameara, Castedo la tomó por un lado y expresó que, como acto de protesta, no la soltaría hasta que la bajaran.
Este acto, considerado simbólico, fue secundado por el presidente de la Unión Juvenil Cruceñista, quien se apersonó, junto a otras personas afines, a apoyar a la adulta mayor con consignas claramente racistas.
Al arremeter contra los policías que intentaban culminar con la iza de la bandera, Castedo y otras mujeres expresaron que los uniformados se estaban “rebajando” al defender la wiphala. En un video que circula por las redes sociales se escucha decir a una de ellas: “la policía es una institución que se debe respetar, ellos mismos se deben respetar, pero ponen primero la bandera esa, qué pena, qué lástima siendo los oficiales así. Y lo peor es que en la ciudad de La Paz han quemado nuestra bandera de Santa Cruz y nadie ha hecho nada, nadie ha dicho nada, y esas personas están libres, ellos mismos (por los policías) se están degradando con esto que han hecho”.
Más adelante, Castedo se refirió a Jeanine Áñez, y desafió a los policías:
“Con mucho placer, por defender mi patria métanme como a Jeanine, diez años, pero a esta tierra la voy a hacer respetar, a todo el que venga a comer y ganarse la vida aquí, la tiene que respetar esta tierra”. Al ser consultada por qué es lo que pretende con su protesta, respondió “Que este trapo desaparezca, ira es lo que tengo, y el médico no me la va a curar, me la van a curar estas señoritas policías sacando esta cochinera (por la wiphala) y poniendo la bandera policía”.
Luego de casi 8 horas de protesta, finalmente la policía tuvo que retirar la wiphala en medio de aplausos y expresiones racistas de grupos que llegaron a apoyar el suceso. Sin embargo, dirigentes de distintas organizaciones sociales cruceñas se mostraron indignados con esa actitud retrógrada y condenaron el apoyo y cobertura mediática que se le brindó. Por su parte, Castedo, al ver retirada la wiphala expresó: “Me siento feliz, nuestra tierra amada se va a respetar”.