El exrepresentante del Alto Comisionado de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos en Bolivia, Denis Racicot, declaró ante los medios de comunicación que el juicio contra Jeanine Áñez por el caso Golpe II “respetó el debido proceso y la defensa plena” de la acusada, quien fue sentenciada a 10 años de cárcel por los delitos de incumplimiento de deberes y resoluciones contrarias a la Constitución y a las leyes. El resultado del juicio puso en evidencia que Áñez no solo violó al menos nueve artículos de la Constitución Política del Estado, sino que fue parte de un proceso de sucesión ilegal.
Confirmando lo dicho por Racicot, se pudo comprobar que el fallo y todo el todo el proceso fue seguido de cerca por la comunidad internacional a través de la veeduría de la oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas y el Grupo de Puebla. Adicionalmente, en más de una ocasión, Jeanine Áñez y su defensa, acudieron y recibieron respuestas de organismos internacionales y de la CIDH, que verificó el respeto de los derechos humanos y garantías jurisdiccionales de la exsenadora. Asimismo, el proceso fue seguido también por el relator especial para la Independencia de Jueces y Abogados de las Naciones Unidas, Diego GarcíaSayán.
Ninguno de los organismos internacionales que monitorearon el proceso señalaron que existió algún tipo de injerencia del Órgano Ejecutivo Judicial en el caso.
