En el primer día de paro cívico, las personas que hacían vigilia en la rotonda del Plan 3000 fueron atacadas con piedras y la activación de tantos petardos que se levantó una humareda que cubrió gran parte de la zona del conflicto.
La policía llegó al lugar, los atacantes huyeron, según el reporte de los medios de comunicación hay 10 detenidos. Desde la mañana se vio como los grupos de choque se movilizaban en vehículos y munidos, sobre todo, de escudos artesanales, por diferentes puntos de la ciudad, amedrentando a todos aquellos que buscaban desarrollar con normalidad sus actividades.
Otro momento tenso de la primera jornada del paro lo vivió el propio alcalde Fernández. Grupos de choque fueron hasta la casa del alcalde y arrojaron piedras y petardos poniendo en riesgo la seguridad de la hija embarazada y de dos de sus nietas que estaban en su domicilio, Fernández responsabilizó directamente a Camacho.
