La Federación de Juntas Vecinales de Potosí se declaró en estado de emergencia y no descarta asumir medidas de hecho por la mala gestión del alcalde Jhonny Llally. Los vecinos denunciaron que remitieron una serie de misivas al alcalde que nunca fueron contestadas, y que el burgomaestre envió a sus subalternos a firmar compromisos que nunca fueron cumplidos.
La primera medida de la Junta es la exigencia de un informe presencial sobre la ejecución financiera física. Otra de las exigencias es la demanda hacia los miembros del Concejo Municipal para que cumpla su rol fiscalizador ya que, según los vecinos, no cumple con esta función.
Abraham Castro, uno de los dirigentes vecinales, expresó:
“Hemos hecho conocer esta semana a los diferentes distritos y estamos convocándolos para que definamos una posición, porque no permitiremos que continúen estas mentiras y nos hagan lo mismo que el año pasado”.
Todos estos reclamos llevaron a que, desde junio hasta la fecha, los dirigentes de las juntas vecinales analizaran la posibilidad de impulsar un proceso revocatorio en contra del alcalde potosino.