La declaración del Día de Acción Global por un Aborto Legal y Seguro se tomó en el V Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe celebrado en San Bernardo, Argentina del 18 al 24 de noviembre de 1990, en el marco de un taller sobre el aborto organizado por la Comisión por el Derecho al Aborto de Argentina y por las Católicas por el Derecho a Decidir de Uruguay y con la participación de feministas procedentes de Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, El Salvador, Guatemala, México, Nicaragua, Paraguay y Perú. La decisión se tomó considerando que las complicaciones de un aborto inseguro y clandestino constituyen la primera causa de mortalidad de las mujeres en muchos de los países de la región. Según datos proporcionados por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), el 8 por ciento de las muertes de mujeres en el mundo se debe a consecuencias de abortos inseguros.
El pedido de la despenalización tiene que ver con el hecho de que, cuando el aborto se realiza con un método recomendado por la OMS, adecuado a la duración del embarazo y asistido por alguien con la información o las calificaciones necesarias, es un procedimiento sumamente seguro. Sin embargo, trágicamente, solo alrededor de la mitad de los abortos se realizan en esas condiciones, y los abortos inseguros causan alrededor de 39.000 muertes al año y hacen que millones de mujeres más sean hospitalizadas por complicaciones. La mayor parte de estas muertes se concentran en los países de ingreso bajo.
