Luego de una reunión en la que participaron la Defensoría del Pueblo, la Conferencia Episcopal Boliviana y la Iglesia Evangélica Metodista, se redactó un pronunciamiento conjunto en el que piden tanto al Comité Interinstitucional de Santa Cruz como al Gobierno “retomar el diálogo de manera urgente”.
El pronunciamiento expresa que a pesar de que ambas partes mostraron su predisposición al diálogo crece la violencia en Santa Cruz:
“(…) vemos con dolor que hasta ahora no se ha dado solución al conflicto, por el contrario, esta situación ha cobrado ya una vida y va generando una escalada de violencia entre la ciudadanía cruceña”.
Cuando ya se vive el cuarto día de paro en ese departamento, la Defensoría y las dos iglesias exhortaron a las partes a “(…) deponer actitudes hostiles y apostar por la reconciliación, velando y protegiendo el bien mayor que es la vida. Apelamos a que las medidas asumidas no pongan en riesgo la libertad y la integridad de las y los bolivianos. El diálogo es el único camino de la concertación y la democracia, es señal de construcción de una cultura de paz y tolerancia”.
El primer día de paro ya se registró el primer muerto y, cada hora que pasa, las redes sociales muestran más actitudes de intolerancia y violencia, sobre todo, por parte de los partidarios de Luis Fernando Camacho.