El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), calificó de “racistas, clasistas, discriminadores, corruptos y sin escrúpulos morales” a los participantes de la reunión de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), que se viene llevando a cabo en ese país y a la que asistió virtualmente el gobernador Luis Fernando Camacho.
En activistas e intelectuales mexicanos existe preocupación por esta reunión, pues en su programa de actividades se muestran mesas y conferencias que abordan temas contra el derecho a decidir de las mujeres, los derechos de la comunidad LGBTIQ+, entre otros. Asimismo, entre sus exponentes están personajes ligados a grupos supremacistas de Estados Unidos y de ultraderecha en la región, como el exconsejero del expresidente Donald Trump, Steve Bannon, y Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente brasileño, Jair Bolsonaro.
La filósofa y catedrática de la Universidad Autónoma Metropolitana, Diana Fuentes, apuntó cuál podría ser el objetivo de esta reunión:
“Como en el resto de América Latina, apuestan a agrupar a un sector que se siente muy ofendido por políticas que para ellos están en el espectro de la izquierda y la justicia social, con las que no se reconocen. Están intentando acuerpar ese descontento con una agenda común”.