Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Ponte y Palacios Blanco, más conocido como Simón Bolívar o el Libertador, nació en Venezuela el 24 de julio de 1783, fue uno de los personajes más importantes de la historia hispanoamericana al contribuir con la independencia de Venezuela, Colombia, Bolivia y en concretar la del Perú, además de ser la inspiración de los revolucionarios de Panamá en su última etapa independentista.
En la última etapa de su vida, luego de su renuncia a la presidencia de la Gran Colombia, y de recibir la noticia del asesinato de Antonio José de Sucre, Bolívar decidió dirigirse a Europa, solo y desengañado. Sin embargo, no llegó lejos, pues su estado de salud hizo que se quedara en Santa Marta, donde murió el 17 de diciembre de 1830, a causa de una “tisis tuberculosa” derivada de un supuesto catarro pulmonar mal curado.
El velorio del Libertador se hizo durante dos días con la presencia masiva de la población. Finalmente, su féretro fue acompañado por un desfile militar que lo llevó hasta la Catedral de Santa Marta, donde lo enterraron.
Muchas personas cuestionaron las circunstancias de la muerte de Bolívar, tanto así que en 2011 se ordenó una exhumación que dio como resultado que este murió por envenenamiento crónico por arsénico, es decir por una exposición continuada a este veneno, o bien por histoplasmosis, una infección micótica cuyos síntomas son parecidos a los de la tuberculosis. Estos resultados no hicieron más que ahondar el misterio sobre la realidad de su muerte.