Por: Freddy Magno Mamani Mollo
Amawta y Experto en Derecho de los Pueblos Indígenas
Amerindia, hoy se halla en un tiempo donde el espíritu de la política de la liberación brilla en el horizonte del Vivir Bien. Ante este amanecer, eventos geopolíticos basados en la estrategia del Comando Sur -que en palabras de la General Laura Richardson-USA se afirma que tienen un interés de Seguridad Nacional sobre los recursos naturales existentes en Suramérica (litio, agua, petróleo, oro, cobre, tierras raras, minerales críticos y la Amazonía que)- devienen en un estado de alerta máxima en toda la región.
La desestabilización interna en los diferentes países -Venezuela, Chile, Bolivia, Ecuador, Argentina, Brasil y ahora Perú, en ese orden- muestran la intencionalidad manifiesta de dominación absoluta por parte de USA. Asimismo, la conciencia del pueblo Amerindio y la búsqueda de ejercer el poder político por ellos mismos ha detonado la arremetida de los poderes facticos -grupos ultraconservadores- del continente contra la Amerindia Profunda.
El panorama parece ser aterrador, pues, de la inminente derrota en Ucrania, USA ha colocado sus malvados ojos en nuestros territorios desplegando la guerra infinita o el caos permanente, es decir, constante desestabilización en diferentes países insuflando temas irresueltos, tales como: el racismo, el terrorismo, la discriminación, la injusticia, la corrupción, etc.
Sin embargo, lo que demuestra también es la presencia de algo mayor y más esperanzador. A esto se le podría llamar el Pachakuti, que; sería el eterno retorno del tiempo ancestral. Pero no un retorno cualquiera, sino, un tiempo donde se vislumbrará nuestro “seguir siendo” y nuestro “existir haciendo” en el Pacha. Se puede afirmar lo anterior por que en 1992 se cumplió 500 años de la invasión y en 2032 se cumplirá los 500 años de la muerte del Inka Atawallpa, y por ende estamos a la espera de nuestro símbolo ancestral: el retorno del Inkarri. Que no es una persona (mesías) sino una Comunidad, un pueblo, un sujeto histórico.
Este retorno es el retorno de nuestro Sol y de los Hijos del Sol, y más profundamente de nuestra luz interior que ilumine este tiempo actual de confusión y dolor. Nuestros hermanos cristianos le denominan “los dolores de parto” antes de la llegada de esa Luz crística. Este es ese tiempo. El Tiempo del Sur, donde el espíritu de la política de la liberación brilla desde nuestro interior hacia la Común–Unidad de toda la Amérindia Profunda.
El Tiempo del Sur está presente. Pues nuestro pasado nos muestra nuestro futuro. El tiempo de los pueblos del sur ha llegado, nuestros ancestros así nos lo señalaron. Somos millones de millones como las arenas del mar o las estrellas del cielo. Somos un infinito de esperanza. Somos el Abya Yala que llama a todos los tiempos para resolución de las contradicciones modernas y suicidas.
En ese mismo sentir, un SABIO -rebelde y con sabiduría- en un 24 de junio de 2014 con mucho cariño nos planteó retornar a nuestro tiempo. Dándonos a conocer un Reloj que gira según el ritmo, armonía, melodía y reverberación del Sur (girando al sentido contrario que los relojes tradicionales). Volver a mirar nuestros fundamentos ancestrales, volver a nuestro tiempo, a nuestra vida y a nuestros sueños. Debemos hacerlo por nosotros mismos y Pachamama ya que es un tiempo definitorio donde la vida clama por la muerte de nuestra gran familia y por las lágrimas de los hijos e hijas de nuestra Amerindia Profunda.
¡¡¡Jallalla Reloj del Sur, Tiempo del Sur!!!
