La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) presentó un informe sobre las vulneraciones en el marco de la violenta represión de las protestas contra el gobierno de Dina Boluarte en Perú.
Según declaraciones de la secretaria ejecutiva de la CNDDHH, Jennie Dador, los niveles de represión registrados no se habían vivido nunca antes en la historia democrática del Perú.
En el informe presentado puede leerse: “La respuesta del Estado peruano frente a las movilizaciones ha sido de una brutalidad sin precedentes en la historia de la democracia en el país, en el presente siglo. Masacres perpetradas en tres ciudades, junto con ejecuciones extrajudiciales más acotadas en otros lugares”, dice el documento.
Según el mismo, el uso de la fuerza hacia los movilizados dejó un saldo de “46 ejecuciones extrajudiciales” y 912 civiles heridos. Esto producto del uso de armas de fuego y un uso no autorizado de otros recursos reglamentarios como los gases lacrimógenos:
“El uso de munición prohibida para el control de multitudes, como perdigones de metal inclusive calibre 00, canicas de vidrio y balas. Especial preocupación genera el uso de fusiles automáticos, incluyendo fusiles AKM en el caso de la PNP (Policía Nacional del Perú) y fusiles Galil en el caso del ejército”, refiere el mismo.