El Ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, informó acerca de las nuevas tareas de erradicación emprendidas en este 2023, año para el cual la meta es de 10 mil hectáreas.
Del Castillo inició señalando que las tareas de erradicación, en la época neoliberal, estaban dictadas, estrictamente, por gobiernos extranjeros, este modelo fue desplazado posteriormente por “nuestro propio modelo”, que se plasmó en la Estrategia de Lucha contra el Narcotráfico y Revalorización de la Hoja de Coca 2007-2011, el cual -además de expulsar a la DEA del país- partía del hecho del diálogo y la concertación para erradicar los cultivos excedentarios de hoja de coca. Este modelo fue paralizado durante el régimen de facto y fue nuevamente puesto en vigencia con el retorno de la democracia, por lo que, durante el gobierno de Luis Arce, se superaron las cifras estimadas.
“El cuarto momento se denomina el retorno a la democracia y la recuperación del modelo de erradicación, el cual, como es de conocimiento público, tuvo grandes resultados en los últimos años, superando las cifras esperadas (el 2021 presupuestamos 9.000 hectáreas, llegamos a las 9.467, el año 2022, presupuestamos 10 mil y llegamos a las 10.260). Este año esperamos -de la misma manera- superar las 10 mil hectáreas como lo hicimos en la pasada gestión”, escribió Del Castillo.
En este sentido, ni la represión, la persecución o la violencia darían buenos resultados sino que entorpecerían el trabajo de la policía .
Finalizando su informe, el ministro comparó las tareas de erradicación en Bolivia con las desarrolladas en otros países. Por ejemplo, en 2020, las hectáreas de cultivos de hoja de coca en Bolivia significaban el 11% del total cultivado en el continente, ahora reducidas al 10%, mientras que Colombia y Perú significan el 65% y el 25% respectivamente.
