Por: Freddy Magno Mamani Mollo
Amawta y Experto en Derecho de los Pueblos Indígenas
Radio Televisión Popular – RTP, ha sido y es una de las experiencias comunicacionales más destacadas de la historia de Bolivia. No es casual que la fuerza del tiempo, la energía de lo justo, el cariño del pueblo y el Ajayu de los ancestros/ancestras conduzcan su devenir -ahora- a la ciudad de El Alto. Cabe añadir que no es casual que tengan –RTP y El Alto el mismo año de creación (1985).
Esta ciudad considerada –por jailones y k´aras– como “horda de salvajes y de indios e indias de mierda” desde su fundación vino mostrando -de manera real/tangible y hasta surreal- las contradicciones propias de la política boliviana. En ese encubierto apartheid de los 80s y 90s, de manera irruptiva y profética, RTP, abre sus puertas al pueblo humilde y ayuda junto a la “Tribuna Libre” a la comunidad, empero, esta etapa -espacialmente- todavía se la realiza en la ciudad de La Paz, sede del poder político.
Cabe recordar que, en los 90s, La Paz, era en sí mismo “La Política”. Bolivia, saliendo de procesos muy duros como la relocalización, el restablecimiento de una insipiente democracia, la masiva migración campo ciudad, la insurrección india del EGTK, marcaban el cambio de tiempo. Cosa que se viene dando constantemente y con mayor fuerza desde la celebración de los 500 años de la catástrofe ocurrida en 1492.
Aymaras, Quechuas, de áreas rurales y de las periferias de la “hoyada”, gremiales, aparapitas, abuelos y abuelas en estado de extrema pobreza aparecían en la pantalla chica, la misma que, en otros canales estaba reservado a la burbuja blancoide de algunos barrios ricos, abriendo así una bisagra de lo que actualmente son prerrogativas estatales –S.U.S. y otros-, aunque venidos a menos.
La implementación del Neoliberalismo y de una sombra llamada Globalización se hacían presente de manera cruel. Los “salvajes” y todo lo que representase lo ancestral debía ser eliminado y, a nivel Latinoamericano se implementó de manera descarada una política de modernización y dejar todo en el pasado. En ese desfase histórico es donde la presencia de RTP, concentra y aglutina el espíritu del propio Pueblo, de una de esas dos “Bolivias” que hablaba el Felipe Quispe “El Mallku”; la Bolivia negada, marginada, empobrecida, excluida que ahora emerge y busca su retorno al equilibrio, o, a lo que podamos llamar Vivir Bien.
Pero, a volviendo a lo principal, la intrínseca relación El Alto y RTP, se da a otros niveles de comprensión, ya que se debe tener en cuenta que esta ciudad quiso y quiere todavía al Líder de los Humildes, a nuestro Comprade y qué a través de él a todo RTP, esa relación no ha cambiado mucho en la subjetividad ni en el sentimiento alteño pues tiene una vinculación embrionaria casi espiritual de una familia ampliada, eh allí, la razón del compadrazgo, cosa que esperemos comprendan aquellos que dirigen RTP, ya son parte de la familia de los humildes, cosa que Carlos Palenque -deseo creerlo con el corazón- habría comprendido muy bien y hasta las últimas consecuencias.
Cuando aparece la Tribuna Libre y otros programas, se puede registrar audiovisualmente los clivajes sociales, la discriminación, el racismo, la pobreza extrema que los gobiernos de turno permitían. Ahí, sabiendo que un indio/a pobre y excluido/a podía acceder a espacios restringidos permeó a toda la infame y vacía televisión boliviana. El cuarto poder había sido abierto al pueblo humilde.
De ese momento medular, hoy RTP, realiza un movimiento trascendental, pareciese que algo les impulsa a tomar decisiones acertadas geopolíticamente hablando. El virar a la ciudad más joven y ahora la segunda más poblada de Bolivia, no solo debería comprenderse como ocasional, pues no es así RTP, o más precisamente: no es así el espíritu/ajayu de RTP. tampoco debe comprenderse como una mera casualidad, sino, como una lectura correcta de la realidad y su contexto, pues, como ya lo demostró en los 80s siempre se hallan en sintonía con la vida de la comunidad.
Irse a El Alto y tener su centro de decisiones, tiene un profundo trasfondo. El Alto, disputa desde hace casi 20 años un sitial preferente, respecto a la hoyada. La hoyada por su parte contiene todavía la colonialidad que es parte de su tradición, por cuanto, su accionar siempre es elitista, de grupo, de logias, de familias y ello no cambiará en mucho tiempo. Sus aspiraciones siempre son hacia afuera, no desean ser lo que son y aspiran a ser aceptados por aquellos a quien consideran superiores. Clásico dolor existencial de la clase media.
Contrastando, allá arriba, es ese factor pueblo quien vive día a día, es esa potencia contenida para cambiar gobiernos (2003, 2019) y la apuesta por un modelo propio (que en otrora alguien lo denominaría endógeno) pero que ahora nadie puede cohesionar. Pues, es allí en complementariedad con el área rural es donde se produce la política y será la ciudad que le dispute a Santa Cruz, todo tipo de liderazgos emergentes.
RTP, tiene “un no sé qué” de estar en los momentos trascendentales para la historia, aunque durante el Golpe de Estado y el día de la masacre de noviembre de 2019, a momentos mantuvieron un silencio aterrador -casi cómplice- pero se reivindicó pues fueron con ataúdes a acompañar a Senkata y esa su gente humilde, a su pueblo, a quien se deben. Todo parece que esa decisión -de ir a Senkata- tiene un origen femenino, pues, sólo una madre puede sentir el dolor de otra madre aún en el otro extremo del mundo. Gracias infinitas a quien correspondiese tal decisión.
Para ir terminando, qué RTP, se posicione desde El Alto tiene una visión fuertemente política-espiritual, principalmente, este sistema de comunicación siempre se halla ubicado en el centro desde donde irradia conciencia, que más allá de un simple populismo, se halla en armonía y sintonía, equilibrio y reciprocidad con la vida, ya no solo de las personas, sino, con todo aquello que hace posible la vida de la misma comunidad fundamentalmente.
Ese retorno a los fundamentos ancestrales le predestina volver a Carlos Palenque, pero no para creer en Carlos Palenque como si fuera un Ídolo-fetichizante del pueblo, sino, volver a lo que el Compadre Carlos Palenque Avilés -el Líder de los Humildes– CREÍA. Los pobres y humildes -como el autor del presente artículo- presentimos lo que él creía y esperemos que quienes dirijan RTP, lo sepan o redescubran.
Esto último, es una tarea de profunda reflexión, Canal 4 -Sistema RTP es y será el canal delPueblo Humilde – la voz de los sin voz, y cuando eso desaparezca también morirá la memoria de Carlos Palenque; nuestro querido compadre.