El reciente escándalo de pederastia del padre español Pedrajas Moreno conmocionó Bolivia luego de hacerse público un diario donde relató los abusos sexuales perpetrados a -por lo menos- 89 menores de edad durante su estancia en Perú, Ecuador y en Bolivia específicamente el Juan XXIII de Cochabamba.
Pedrajas falleció en 2009 y sus pertenencias fueron enviadas a España.
El hecho criminal se hizo público luego de que el sobrino de Pedrajas consiguiera el diario en la casa abandonada de su madre, en Madrid, y lo enviara a la redacción de El País de España.
El diario donde se describían los abusos sexuales del sacerdote comenzó a ser escrito en 1960, llevaba por título “La Historia” y su último crimen data del 11 de octubre de 2008.
En el correo enviado por el sobrino de Pedrajas a El País de España, dice que los crímenes habían sido confesados a otros religiosos y “lejos de apartarle y darle la ayuda adecuada justifican sus actos como una debilidad física, no moral. El único consejo que recibe para superar su “debilidad” es rezar mucho”. Luis Tó y Antonio Gausset Capdevila son otros dos sacerdotes que cometían abusos contra menores de edad.
Estos sacerdotes fueron enviados por la iglesia católica a países de Latinoamérica luego de ser acusados de abuso sexual en Europa. Los países elegidos para enviar a 18 curas con antecedentes de pederastia fueron Venezuela, Chile, Ecuador, Perú, Honduras, Bolivia, EEUU, Benín y Kenia. Un ejemplo es el padre Luis Tó González, que luego de ser condenado a dos años de prisión por abusar sexualmente de una menor de 8 años de edad en 1992 en Bacelona, España, fue enviado en misión a Bolivia donde estuvo en el Centro de Multiservicios Educativos (CEMSE) y en las escuelas populares de Fe y Alegría de La Paz y El Alto.
A propósito del caso Pedrajas, la Confederación Episcopal Boliviana emitió un comunicado el 3 de mayo pidiendo perdón por lo ocurrido y asegurando su compromiso de “tolerancia 0” frente a los abusos sexuales de menores de edad y personas vulnerables. Sin embargo, la iglesia boliviana ha registrado ya al menos 172 víctimas de pederastia. Por su parte, el Gobierno Boliviano de Arce condenó absolutamente los casos de pederastia en la Iglesia Católica y exigió una profunda investigación sin ningún tipo de encubrimiento e impunidad.
