Información filtrada de la embajada de Estados Unidos en Bolivia, sistematizada, ente otros, por el Centro de Estudios Geopolíticos Multidisciplinarios (CEGM), da cuenta de un nuevo plan de Estados Unidos para llevar adelante la recolonización de América Latina. ¿De qué trata este plan? ¿por qué sería tan urgente esta recolonización?
Actualmente, el mundo está viviendo la transición de un mundo unipolar gobernado por Estados Unidos a un mundo multipolar con diversos polos de desarrollo. En este contexto, el mayor peligro para la hegemonía estadounidense es la alianza BRICS, conformada por: China, India, Brasil, Rusia, Sudáfrica, Irán, Egipto, Etiopía, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos. De ahí la urgencia por retomar el “territorio perdido”.
Según las proyecciones económicas, para el año 2050 China e India ocuparán los dos primeros lugares como potencias mundiales, desplazando al país del norte a un tercer lugar. El temor a que esto se concrete hizo que, según el CEGM, Estados Unidos iniciara una serie de “jugadas” para asegurarse mantener su lugar como potencia mundial. Estas son algunas de las más evidentes:
Frenar el desarrollo del BRICS mediante varias acciones: Impulsar la guerra en Ucrania entre Rusia y la OTAN; apoyar la invasión israelí en Palestina para apropiarse de las rutas comerciales chinas en el mar mediterráneo, la “Ruta de la Seda”, y dividir políticamente a América Latina.
Eso a un nivel macro, hilando más fino, los objetivos del plan al que se denominó “Simón Bolívar” son evitar que América Latina se empodere económicamente a través del comercio con dos gigantes asiáticos: China e India.
El siguiente paso, que ya se estaría ejecutando, es el aislar a países que no le son afines, es decir: Colombia, Bolivia, Venezuela. Esto, favoreciendo a la oposición y amplificando disputas entre países, con la colaboración de tres bastiones de apoyo estadounidense: Perú, Ecuador y Argentina, maniobra que ya habría entrado en ejecución.
Específicamente en el caso de Bolivia, la estrategia estaría enfocada en sus recursos naturales y en la consolidación de un gobierno servil y de derecha, por esta razón Estados Unidos tiene como prioridad la ruptura del MAS-IPSP buscando hacer que ese instrumento desaparezca del escenario político.
Para conseguir que este hipotético candidato llegue al poder en 2025, no solo se apoya la ruptura dentro del MAS-IPSP, sino se busca a construir un “outsider”, un candidato ajeno que aún no aparece en las encuestas y que sería una opción de la derecha y la gran masa de votantes indecisos.
En cuanto a los recursos naturales, se pretendería tomar la reserva de litio más grande del mundo aprovechando y fomentando el crecimiento de la crisis política, lo que devendría en una crisis económica incrementada por la obstrucción de créditos por operadores en la Asamblea. Y no sería solo el litio el recurso apetecido, sino también las reservas de hierro, uranio y tierras raras. Esto no es algo imposible, pues Bolivia se encuentra rodeada de bases militares estadounidenses. Las más cercanas en la frontera entre Tarija y Argentina, donde tomó fuerza el Comando Sur estadounidense.
Los operadores de todo este plan en Bolivia son Debra Hevia, nueva encargada de negocios de EE.UU., una tecnócrata que ya inició con programas de formación de liderazgos, y se reunió con políticos de distintos partidos y organizaciones a lo largo del país. Asimismo, estarían involucradas organizaciones a través de las cuales se financia el plan: Fundación Nacional para la Democracia, el Instituto de Relaciones Internacionales, la DEA, la Fundación Libertad y Democracia, dirigida por Tuto Quiroga en Santa Cruz, la fundación Ríos de Pie, la Fundación Construir, Comunidad Ciudadana, la Alianza Informativa Latinoamericana, Military Church Support Group – Centurian Project (Fort Bragg), y la Unión Juvenil Cruceñista apoyada por Zvonko Matkovic.
En cuanto a los políticos incluidos como parte de estas acciones se cuenta a los alcaldes Manfred Reyes Villa y Jhonny Fernández, y los expresidentes Carlos Mesa y Jorge Quiroga. Dentro de la Asamblea estarían involucradas Luisa Nayar y Andrea Barrientos y, de forma externa, el empresario Samuel Doria Medina, quien fue candidato a la presidencia en más de una ocasión.
Muchos de los sucesos detallados en este plan están ocurriendo en este momento, lo que le daría más credibilidad a la existencia y consolidación del mismo.