Los ataques y cuestionamientos del expresidente hacia Luis Arce Catacora, según datos revelados recientemente, habrían iniciado no a finales del 2021, coincidiendo con insinuaciones de la candidatura de Evo Morales como creen muchos, sino durante la misma campaña de Arce y David Choquehuanca, antes de que ganaran las elecciones en 2020.
Fuentes allegadas al MAS-IPSP dieron a conocer que Evo y la cúpula del MAS-IPSP restringieron el uso de los aportes de los militantes para la campaña de Lucho Arce, pero sí usaron esos recursos para financiar las campañas de diputados y senadores del instrumento político a lo largo del país. Esto habría respondido a una simple razón: Evo Morales nunca pensó que Arce ganaría, y menos con un porcentaje mayor al que él había conseguido en su mejor momento político.
Incluso los tuits y las declaraciones de Morales, durante la campaña de Luis Arce, le fueron perjudiciales. Un claro ejemplo fue cuando calificó a la prensa como “enemigo número uno” del MAS-IPSP. Esta declaración resultó ser tan polémica que el mismo Arce tuvo que salir a decir que él no compartía ese criterio, consciente de la importancia de los medios, sobre todo, para una campaña política. En ese contexto, el hecho de que, cuando Arce ganó las elecciones, Evo esperara 5 horas para tuitear al respecto, fue interpretado como una muestra de que esa victoria fue totalmente inesperada para él.
Algunos analistas creen que Evo vio al gobierno de Luis Arce como uno de transición que prepararía su regreso en 2025 y que le permitiría ser el “rey detrás del trono”, como dijo Manfred Reyes Villa, pero al final no fue así.
¿Cuál es el objetivo de Evo al intentar derrocar a Luis Arce?
Esto formaría parte de un plan gestado cuando Morales vio que no tenía poder sobre el nuevo gobierno, algo que se puso de manifiesto con la censura a Eduardo Del Castillo y su posterior ratificación por el presidente Luis Arce. A Evo no le gustó que Arce eligiera a su gabinete sin hacer caso a sus exigencias, e hizo conocer su molestia a través de denuncias y constantes críticas hacia el gobierno, algo que lo convirtió en el mejor aliado de la oposición.
En este punto, medios nacionales, internacionales, y la misma opinión pública saben que hay una ruptura en el MAS-IPSP y ven que existe una intencionalidad de Evo Morales por agravar en Bolivia la crisis económica mundial que se vive por los efectos de la guerra, el cambio climático y los resabios de la pandemia de Covid-19. Esta crisis allanaría el camino para que Evo regrese a “salvar Bolivia”, frase que mencionó en septiembre de 2019, cuando dijo “aceptar” su candidatura, y que repitió en varias ocasiones, sobre todo en su programa dominical en la radio Kawsachun Coca.
Y esta idea de ser el “salvador” nos lleva a pensar en que Evo nunca creyó realmente en Luis Arce, de quien dijo haber aprendido mucho, pero al que recientemente llamó “cajero” de su gobierno y no así autor del modelo económico boliviano.
Sin embargo, pese a los ataques de Evo Morales, Luis Arce supo sortear la crisis económica mundial y mantener a flote una economía de la que varios organismos internacionales anunciaron el declive. Si logra vencer la especulación, la falta de combustibles, y propone una opción ante la falta de dólares, el gobierno de Arce habrá salido airoso de una batalla en la que encontró enemigos dentro de sus propias filas. Por el momento, el panorama político es difuso y parece que lo será aún más cuanto más se acerquen las próximas elecciones.