Tres sobrevivientes de abuso sexual en Perú acusan al recién elegido Papa, Robert Prevost, exobispo de Chiclayo, de haber encubierto casos de abuso cometidos por sacerdotes durante su gestión. Según un informe del programa peruano Cuarto Poder, las víctimas, dos de ellas en el anonimato, aseguran que Prevost no actuó pese a que uno de los agresores confesó los abusos.
Ana María Quispe, una de las denunciantes, relató que fue agredida a los 9 años por un sacerdote en una casa parroquial. Otro caso similar ocurrió en Cueva Blanca, donde una excatequista fue abusada a los 11 años. “Se acuesta y me abraza, me coge con sus brazos y con sus piernas. Me quedé helada, no dormí nada. Después de unas horas, me levanté a vomitar. Me dijo ‘lleva algo para abrigarte’ (…) acomodé la cama y (…) siento que empieza a abrazarme por debajo del polo, tocándome la espalda”, contó Quispe.
A pesar de las denuncias y de una confesión directa, los implicados solo fueron trasladados de sede. La Iglesia, además, no asignó representación canónica a las víctimas, obstaculizando su búsqueda de justicia.
Prevost, expresidente de la Pontificia Comisión para América Latina y responsable de la selección de obispos, habría archivado las denuncias en 2022. La diócesis de Chiclayo respondió que el caso fue remitido a la Santa Sede y que la Fiscalía peruana lo cerró por prescripción y falta de pruebas.
Este nuevo escándalo se suma al caso del Sodalicio de Vida Cristiana (SVC), una agrupación religiosa investigada por abusos desde 2015 y actualmente bajo intervención del Vaticano.
