En un emotivo mensaje a la nación, el presidente Luis Arce Catacora anunció su decisión de no postularse como candidato a la reelección en las elecciones generales previstas para agosto de este año. La determinación, que sacude el panorama político nacional, fue presentada como un gesto de coherencia ideológica y de compromiso profundo con la unidad del campo popular.
“Honrando la memoria de nuestros héroes y heroínas […] hoy doy a conocer al pueblo boliviano, con absoluta firmeza, mi decisión de declinar mi candidatura a la reelección presidencial en las elecciones de agosto próximo”, expresó Arce. “Lo hago con la más clara convicción de que no seré un factor de división del voto popular y mucho menos facilitaré que se haga realidad un proyecto de derecha fascistoide con el cual se pretende destruir el Estado Plurinacional”.
El mandatario, electo en 2020 como candidato del Movimiento al Socialismo (MAS-IPSP), subrayó que su decisión responde a una lectura crítica del momento político actual y a la necesidad de anteponer el bienestar colectivo por sobre los intereses personales o partidarios. Afirmó que su retiro de la contienda busca evitar la fragmentación del voto popular que podría allanar el camino para el retorno de sectores conservadores al poder.
“O defendemos nuestro Estado Plurinacional y sus conquistas populares, o con la división facilitamos el retorno de la derecha al gobierno”, advirtió. En ese marco, hizo un llamado explícito a las fuerzas progresistas y a los movimientos sociales a cerrar filas en torno a un proyecto de unidad que continúe la transformación del país en clave popular y plurinacional.
Arce, economista de formación y uno de los principales artífices del modelo económico social comunitario productivo impulsado desde el gobierno de Evo Morales, recalcó que su retiro no implica abandonar la lucha política: “He tomado, con firmeza, la decisión de seguir junto al pueblo para continuar empujando la rueda de la historia hacia adelante, desde donde me toque seguir luchando”.
Con este anuncio, Luis Arce reafirma su compromiso con los principios que han guiado su gestión: la justicia social, la soberanía popular y la defensa del Estado Plurinacional de Bolivia. Su salida de la carrera electoral marca un hito en el rumbo del proceso político iniciado en 2006, dejando ahora a las fuerzas progresistas ante el reto de definir un nuevo liderazgo capaz de enfrentar con firmeza el avance de la derecha en el país.
