Más de mil muertos es el saldo que dejó en Afganistán el terremoto de magnitud 6,1 en la escala Richter que se suscitó ayer. El temblor se habría producido a la una y media de la madrugada a unos 44 kilómetros de la ciudad de Jost, y a una profundidad de 51 kilómetros, de acuerdo al Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
Por la magnitud de la tragedia, el portavoz del gobierno afgano, Bilal Karimi, expresó a través de su cuenta de Twitter: “Pedimos a las agencias de ayuda que proporcionen asistencia inmediata a las víctimas del terremoto para evitar un desastre humano”.
El desastre llegó en medio de una crisis económica que se acrecentó por las sanciones producto del retorno de los talibanes al poder. Sin embargo, la ayuda humanitaria ha continuado llegando, de parte de organismos internacionales como las Naciones Unidas o la oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (UNOCHA).
Afganistán ha atravesado por varios seísmos a lo largo de su historia, los más recientes en 2002 con 1100 víctimas, y uno en 2015 uno con 300 fallecidos y más de 36000 casas afectadas.