Se trata de una proteasa, un tipo de enzima que descompone las proteínas en proteínas más pequeñas o unidades proteínicas más pequeñas, como péptidos o aminoácidos. Las proteasas se encuentran presentes en todos los seres vivos en los cuales participan tanto en la hidrólisis de proteínas no deseadas, así como en la regulación de diferentes procesos fisiológicos. Mpro, uno de los nombres con los que se la conoce en el mundo científico, está en la mira de los científicos para el diseño de fármacos para el COVID-19 debido a su importancia para el ciclo de vida del virus.
Daniel Keedy, biólogo estructural de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY), señaló que “ningún estudio anterior ha analizado esta enzima del coronavirus a temperatura corporal. La mayoría de las estructuras hasta la fecha provienen de muestras congeladas, lejos de las temperaturas a las que operan las moléculas dentro de las células vivas. Si está trabajando a temperatura fisiológica, se debería obtener una imagen más realista de lo que sucede durante una infección real, porque ahí es donde ocurre la biología”.
Estos hallazgos fueron publicados en IUCrJ, la revista de la Unión Internacional de Cristalografía, y los mismos podrían inspirar la creación de nuevos medicamentos contra el COVID-19 y, en el mejor de los casos, ayudar a prevenir futuras pandemias de coronavirus.
