La palabra dactiloscopia deriva de los vocablos griegos daktylos, dedos, y skopein, examen o estudio, y se refiere a uno de los procedimientos actuales más fiables para la identificación del ser humano. Sin embargo, esta forma de identificación viene desde la antigüedad, uno de los primeros en usarlo fue William James Herschel, un oficial del Imperio británico encargado de administrar el distrito de Hooghly, en Bengala (India), que prosiguió con la costumbre oriental de hacer estampar la yema del dedo en los documentos contractuales. Más adelante, Henry Faulds cuando intentó que los funcionarios de Scotland Yard emplearan la dactiloscopia para la identificación de criminales, propuesta que no tuvo mayor éxito.
Sin embargo, fue Iván Vučetić, nacionalizado argentino con el nombre de Juan Vucetich Kovacevich, (Hvar, Imperio austríaco, 20 de julio de 1858 – Dolores, 25 de enero de 1925) el primero que tuvo éxito en el uso de este medio de identificación, convirtiéndose Argentina en el primer país en legalizar este método y emplearlo para la identificación de criminales.
Actualmente, su uso se ha extendido tanto que pasó de ser para la identificación de criminales, a incluirse en el desbloqueo de celulares y computadoras.