En un caso por demás insólito, un ladrón que entró a robar una casa ubicada en la zona de Villa Dolores de la ciudad de El Alto se quedó dormido mientras cometía el delito y pudo ser capturado por la policía. La dueña de casa atribuyó a la “ñatita” que se encuentra en su hogar, el que el ladrón no haya logrado su cometido.
“La mujer, en la entrevista policial, atribuye a las posibilidades y alcance del cráneo al que le tiene fe que habría propiciado para que se duerma este sujeto, es un caso muy peculiar”, informó el subdirector de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), coronel Juan José Donaire.
El conservar “ñatitas” (cráneos humanos) en las casas es una tradición ancestral que llega desde la época precolombina, cuando las familias desenterraban los restos de sus muertos para que, una vez al año, estas compartan junto a los suyos nuevamente. Con el tiempo y la llegada del catolicismo, esta tradición fue modificada hasta llegar al sincretismo del que goza hoy cuando, incluso, se celebran misas católicas para ellas cada 8 de noviembre.
La tradición establece que las “ñatitas” protegen de muchas formas a las familias que las resguardan, ya sea haciendo prosperar sus negocios, protegiendo su salud o, como en este caso, cuidando la casa evitando que entren los ladrones. En el área rural también se cree que protege de fenómenos climáticos como las sequías e inundaciones.